22 feb 2013

Imox Jazz - Caffeine Effect

Imox Jazz 

Caffeine Effect 
Lanzamiento independiente
2012

Sitio oficial: imoxjazz.com 

( 8.7 ) 


Podré estar equivocado, pero por alguna razón he sentido que el público en general ha acarreado siempre la impresión de que el deleite y entendimiento del jazz está únicamente al alcance de los conocedores y de los músicos. Sea o no el caso, no resulta demasiado difícil comprender el sentimiento, si soy totalmente honesto, de que se percibe algo en lo aparentemente egotístico e intelectual de la ejecución de los instrumentistas de jazz que elude la intuición, relegando la percepción del género a una categoría entre ligeramente entretenido o detestablemente soberbio. Independientemente de la significancia que pueda o no tener el jazz en la mente colectiva, una cosa es segura: lo difuso e inescrutable de esta música permanece sólo hasta el punto en que uno pueda sumergirse en ella. En las palabras de un viejo director de teatro, Herbert Blau, al describir a la audiencia el mejor acercamiento a una pieza de jazz: "A piece to which one must listen to for whatever one may find in it". 

En Guatemala, Imox es uno de los grupos más jóvenes en los círculos del jazz, con más de ocho años de carrera y estrenando su primer lanzamiento oficial "Caffeine Effect" publicado hace unos meses, en noviembre del año pasado. Un esfuerzo colectivo en composición y arreglos, "Caffeine Effect" es una muestra de la imaginación musical y la maestría instrumental de sus integrantes: Victor Arriaza en el piano, Rosse Aguilar en voz y saxofón, Alejandro Alvarez contrabajo y Fernando Martín en la batería. En esta primera entrega, Imox encuentra el balance entre sus elementos, resaltando la propulsión de las interacciones grupales al igual que la individualidad artística de cada músico. 

Los compositores principales del grupo, Arriaza y Alvarez, reúnen ambos una diversidad de influencias, siendo sus estilos muy distintivos pero complementarios entre sí. Alvarez es sobrio y tradicional, pero el más diverso en sus composiciones. Se mantiene apegado a la estilística del jazz de vieja escuela pero introduce "grooves" y melodías de tendencias más modernas. Arriaza es más arrojado a la experimentación y a la extravagancia en su fusión de ritmos y dinámicas, además de demostrar su afinidad por los latinismos en sus composiciones. El contraste es especialmente notable en sus improvisaciones. Alvarez, con un solo de contrabajo metódico pero impredecible, como un ejercicio en aleatoriedad; Arriaza, al piano, más meditativo y misterioso en las notas de su improvisación. Rosse Aguilar tiene una voz entrenada, capaz de entregar sutileza ("Whisper not") y exuberancia ("How insensitive") en sus vocalizaciones. Difícil decir si la prefiero como cantante o saxofonista. En la batería, el experimentado Fernando Martín es preciso y cálido en sus interpretaciones. No hay duda del por qué es uno de los bateristas más reconocidos del país. 

"Caffeine Effect", el tema que da nombre al disco pone las cosas en movimiento con un riffeo entre contrabajo y batería que da lugar a la seductora melodía de piano y saxofón, para luego desarmarse en la calamitosa parte media y retomar el tema principal en la parte final. "Piel Clara", la primera pieza de Alvarez, muy al estilo de Weather Report (en su modalidad más relajada), muestra al contrabajista emulando un poco el sonido eléctrico y melodioso de Jaco Pastorius. Las reinterpretaciones de "Whisper not" (Benny Golson), "Impressions" (John Coltrane) y "How insensitive" (Antonio Carlos Jobim) se vuelven vehículos para el derroche de improvisación y soleo por parte de los miembros de Imox. Particularmente intensos son los 13 minutos de "Impressions", en una métrica inusual de siete tiempos y un extenso pasaje medio con solos de cada integrante. Continúan dos piezas de Alejandro Alvarez: "Verano Bleu" y "Pensando en ti". La primera recuerda algo del estilo melódico de Duke Ellington, mientras que la balada "Pensando en ti" canaliza en sus notas la melancolía del saudade brasileño. El disco cierra con la segunda pieza de Victor Arriaza "Just a minute", que finaliza "Caffeine Effect" en una nota vivaz y festiva.

15 feb 2013

The Killer Tomato - Los Días Como Hoy

The Killer Tomato 

Los Días Como Hoy 
Bajo Presión Records/Wawasho Records
2012

Disponible en: bandcamp.com 

( 7.6 ) 


El tercer vértice del triunvirato del ska en Guatemala (a la par de Trinky y Skalda2), The Killer Tomato han sido incondicionales en el impulso del movimiento ska nacional desde su formación, por ahí por el año 2006. La banda lleva recorrido un largo camino, algunos miembros se han quedado a la mitad del trayecto pero afortunadamente, la entrada de nuevos músicos no sólo ha hecho crecer el sonido del grupo sino también ha enriquecido su lenguaje, introduciendo ideas, influencias y estilos que le dan un toque exótico e inusual a la música, algo que se aprecia especialmente en un género tan popularizado como el ska.

Con poco más de seis años de vida, la banda sin duda ha pasado por dificultades y obstáculos, pero no han perdido nada de su ímpetu. Su afán de traspasar fronteras con su música los ha llevado a mantenerse en constante movimiento dentro de la escena y a ir perfeccionando poco a poco su sonido. En este respecto, la evolución del grupo ha sido lenta pero notoria. Ahora, cuatro años después de "Aunque Golpeen Primero", EP del 2008, The Killer Tomato regresa con su primer álbum oficial "Los Días Como Hoy", de 11 temas, que muestra sobre todo la versatilidad del ska para la fusión musical. 

La química que comparten los integrantes del grupo, casi palpable en temas como "Noche de Ska" y "Toda la Vida (Champiñón)", es en gran parte responsable de la calidez y vivacidad de las canciones de "Los Días Como Hoy", después de todo, son los mismos compañeros de banda que han compartido y crecido juntos durante todo este tiempo. Llega un punto en el progreso de una banda en el que los músicos se conocen tan bien entre sí que las ideas dejan de pensarse y empiezan a fluir, los estilos individuales se complementan y convergen hacia un todo. Es en este punto en el que The Killer Tomato se encontraba para la realización de "Los Días Como Hoy".

La música y las letras demuestran esa naturalidad, pero más allá de eso, el grupo consigue darle un nuevo enfoque al ska, su lengua materna, mezclando la distorsión y velocidad del punk con el talante bailable del reggae y el rocksteady. La fuerza de la banda está en su energía colectiva, y esto se manifiesta enteramente en las letras de sus canciones. Ya sean a voz solista o en un coro explosivo, los versos que arrojan no esconden nada detrás de metaforismos, ambigüedades o sarcasmos. Su discurso es de frente, fuerte y directo como un tomatazo a la cara. 

La multicolor "El Túnel del Tiempo" impresiona desde el principio por su inventiva y la riqueza de sus melodías. Fácilmente es la mejor pieza del disco y es de cierta manera desafortunado que llegue tan temprano, porque si bien el resto tiene de sobra momentos interesantes, ningúna otra pieza de "Los Días" llega a igualar a "El Túnel" en creatividad y calidad compositiva. "Confundido" regresa al ska tradicional de la etapa más temprana del grupo, recordando un poco el estilo de "Cotidiano" en "Aunque Golpeen Primero". "El Viaje", también anteriormente en el EP, reaparece actualizada en "Los Días" con un sonido más agresivo pero siempre controlado. Tan numerosa como es la instrumentación del grupo (voz, bajo, batería, dos guitarras, trombón, saxofón y misceláneos), uno esperaría nada menos que un caos imperante, pero en realidad, The Killer Tomato funciona como un ensamble muy afinado en su orquestación, dejando suficiente espacio para las intervenciones de cada integrante, la interacción instrumental y la improvisación. 

En poco menos de 40 minutos, "Los Días Como Hoy" hace un repaso de la toda la música y las ideas concebidas por el grupo en cuatro años. Que no les extrañe entonces la diversidad de temas y ambientes entre los que se mueven las canciones, como en la nostálgica "Naranja Lázaro" por ejemplo, o en los tintes de western rock en "Patiño", incluso en las notas de surf-blues en "Dino Spumoni". La constante búsqueda de posibilidades en su sonido es la principal fortaleza de The Killer Tomato y aún con todas las responsabilidades y presiones externas que conlleva ser un músico joven, no han desistido en su deseo de alcanzar el reconocimiento del público, dentro y fuera del país. Todavía hay camino por recorrer, pero si algo tiene esta banda es perseverancia. De ahí que sean tan adecuadas las letras al final de "Toda la Vida": "Que lo que opinen nunca cambie lo que sueñes/Que lo que sueñes nunca cambie ni se pierda!".

8 feb 2013

These City Lights - Fall, It Came Upon Us

These City Lights 

Fall, It Came Upon Us 
Bajo Presión Records
2012

Disponible en: bandcamp.com 

( 7.4 ) 


Los artistas de folk son bastante peculiares. Sospecho que hay pocas cosas que generen en una persona un mayor estado de introspección y ensimismamiento que el estar a solas, sentados con una guitarra acústica, rasgando sin ganas un par de acordes y lanzándose a cantar la primera melodía que les inspire el momento. Algo tendrá el hacer música con uno mismo que de alguna manera lo lleva a aislarse mentalmente del exterior y encontrar inspiración en las experiencias personales y en las memorias del pasado. La música pareciera haber salido a la luz después de un largo retiro en las afueras, en medio de la quietud de paisajes bucólicos, distanciados del mundo y de las personas. En el caso del dúo These City Lights, todos estos elementos relucen en las canciones de su primer EP "Fall, It Came Upon Us", las cuales combinan el brillo del pop moderno con las sensibilidades del folk tradicional, resultando en creaciones penetrantes, de aparente sencillez pero cargadas de sentimiento. 

El guitarrista Seth Purcell y la cantante Cynthia Fión son las mentes detrás de la música de These City Lights, Purcell encargándose de la musicalización y los instrumentos, Fión en las líricas y la melodía, pero en realidad, ambos trabajan como uno solo; prueba de ello es el notable equilibrio en el protagonismo que ejerce cada uno en las piezas del EP. Incluso en las canciones esencialmente de guitarra y voz, la música no se siente nunca vacía o carente de elementos, no tanto por el relleno de capas de acordes sino por la atención en el detalle y cuidado de los arreglos. 

Los temas de "Fall" mantienen una cercana relación en su ambiente musical, rara vez despegándose del estilo balada trágico-romántica que impregna la mayor parte del disco. Digo de romance trágico porque si bien hay breves momentos de candor e intimidad, el resto sugiere un clima de ruptura y desamor, terminando a veces con esperanza en el horizonte y a veces con la tristeza de lo inevitable, pero es un recordatorio de que aún si la remembranza del dolor nunca desaparece del todo, nuestra determinación de no sucumbir frente al sufrimiento es la única vía para la superación. Así es el sentimentalismo de These City Lights: dulce y amargo al mismo tiempo. 

La voz cristalina de Cynthia Fión es sin duda el mayor atractivo en la música de These City Lights. No es sólo el afecto y la gentileza que imparte a sus líneas, es más su poetismo y su don para la melodía que, sumados a la naturaleza profundamente personal de las letras, hacen el escuchar las canciones de "Fall" una experiencia a la vez serena y emocionante. Los suaves versos de la arrulladora "Near Luna" sirven de preámbulo para las atmósferas más oscuras y turbulentas de canciones como "I Had a Home", "Eyes Wide Open" y "Crash & Burn", en las que el ambiente se torna pálido, casi depresivo. "Head Out Last" sigue en la misma dirección, con tenues acordes de guitarra adornando una elegante armonía vocal en el coro. "Come What May" da un respiro momentáneo en la calidez de un reencuentro amoroso que termina irremediablemente con la amarga despedida que relata la última pieza del EP, "Crash & Burn". "It seems like in the end love was not enough" canta Cynthia al final, como reconociendo en su desesperación que hasta los deseos humanos más puros se ven impedidos ante lo infranqueable de la realidad. Después de todo, la historia de amor de "Fall, It Came Upon Us", como muchas otras antes y después, no tuvo un final feliz.

1 feb 2013

Madam Funtoo - Cuentos de Ultradunda

Madam Funtoo 

Cuentos de Ultradunda 
Turbomofle Records
2012

Disponible en: bandcamp.com 

( 8.0 ) 


Madam Funtoo presentó en agosto del año pasado su segundo (y último) larga duración "Cuentos de Ultradunda" en un concierto de magna ridiculez y despilfarro visual que marcaría la separación del grupo y su despedida de la escena (aunque no lo anunciaron oficialmente sino hasta hace poco). Por triste que sea su partida, la muerte de Madam no cae en realidad como una sorpresa, después de cinco meses de inactividad y silencio desde de esa singular noche de agosto. Quedará al menos para la memoria la delirante rendición de "Cuentos de Ultradunda" que la banda ofreció para su lanzamiento. Si algo quedó claro, es que Dani, Chiru y Mota estaban determinados en finalizar la historia de Madam Funtoo con toda la magnificencia que merecía, y para los que tuvieron la oportunidad de presenciarlo, se vivió como el ascenso apoteósico de tres músicos abandonados a sus instrumentos y a la merced del destino, culminando finalmente en el ocaso definitivo de una banda de rock en estado terminal, ahogada en su propia esencia. La decadencia en todo su esplendor. 

Si acaso las crudas imágenes mentales que evocó "Chow Tama" no hayan sido suficientes para catalogar a Madam Funtoo como no apta para menores, el contenido de "Cuentos de Ultradunda" sobrepasa a su antecesor, llegando incluso a rozar lo polémico, al menos en los ojos de una sociedad tan conservadora como la nuestra. Fieles al género del stoner rock, Madam hace de esta nueva producción un trabajo semiconceptual que gira en torno al estupefaciente natural por excelencia: la marihuana (una "oda al cannabis" como le llaman ellos). Sin embargo, más que un vehículo para glorificar el consumo de cannabinoides, "Cuentos" es bajo la superficie una narración de las consecuencias sociales que se viven a causa de la debilidad humana: el ocio, la avaricia, el odio, la adicción. Siempre ha existido esa dualidad casi contradictoria en la filosofía de Madam, algo que se mantiene vigente en la temática y en las letras de estas canciones. 

La grabación de "Cuentos" se hizo con la banda completa, a diferencia del método usual de grabar cada instrumento por separado, y dista bastante del sonido lleno y transparente de "Chow Tama". Los extensos pasajes instrumentales al final de "Recolección" y "Fumazón" se benefician particularmente del cambio de sonido, quizá no tan balanceado como el de su antecesor, pero que muestra la faceta más real y auténtica de Madam Funtoo. La disonancia imperante en piezas como "Ignición", "Combustión" (reconocidas de su repertorio en vivo) y "Producción" (con Mau de Remolacha Beets en la voz) se completa con las estrepitosas líneas de bajo de Mota y el canto grave y siniestro de Dani Utrera. "Fumazón", la sexta pieza y la más larga del disco, es probablemente el logro cúspide de la banda y la más representativa de su sonido. Un acorde de bajo saturado marcando la base, el ritmo lento de la batería y el venenoso riff de guitarra se combinan para crear un ambiente tóxico, inescapable, que evoca perfectamente el momento de perdición bajo los efectos del THC. Los sentidos se adormecen, la mente se nubla, y con el último respiro de consciencia desvaneciéndose, no queda más que rendirse ante las extrañas visiones quiméricas que asaltan nuestros ojos, producto de nuestra alterada y somnolienta imaginación. 

Si esto es lo último que se oirá de Madam Funtoo, es un testamento apropiado. Desde el inicio, Madam fue una banda que hizo total caso omiso de las reglas, no por superfluos impulsos de rebeldía juvenil sino por querer sacar al público de su zona de confort y hacerles ver las cosas desde un punto de vista diferente. Si no por su música, al menos por esto serán recordados. Eso, o a lo mejor sólo disfrutaban mucho tocar música estridente y cantar letras extrañas mientras vestían de falda en el escenario.