17 jun 2016

Humus Fuga - Laniakea

Humus Fuga 

Laniakea 
Lobo Negro Records 
2016 

Disponible en: bandcamp.com 

( 9.2 )


El rock instrumental tiene un lugar bastante cementado ya en la escena local. No es raro en esta ciudad toparse con bandas de músicos empedernidos, ávidos en demostrar sus habilidades musicales y descargar sus emociones a través de la composición de riffs y melodías, a diferencia de relegar a la voz la tarea de aportar el elemento prosaico/poético e impartir de alguna manera el significado y las intenciones detrás del carácter de la música. No digo que la voz sea un instrumento de menor importancia, pero considerando que la gran mayoría de música popular insiste en sostener el foco de atención fijado en la figura del cantante, ídolo de masas, protagonista y líder en la agrupación, es sano y refrescante voltear la mirada y encontrar a grupos como Humus Fuga, que, a juzgar por la complejidad de la música contenida en Laniakea, su primer trabajo discográfico, sus integrantes parecen conformar tres hemisferios distintos de un mismo cerebro musical.

De la misma manera que ni letras ni liricismos ni rimas podrían acentuar más el ingenio y la agudeza de las piezas de este trio, también siento que las palabras que quisiera escribir para describir el tremendo viaje que es Laniakea y hacerle justicia se quedan cortas. Haré al menos un vago intento de esbozar mis impresiones de los siete temas del LP y el efecto final que logran en conjunto; si bien composiciones de este calibre requieren sin duda de un análisis más profundo y riguroso, serán suficientes para mis propósitos estos breves párrafos para ofrecer, cuando menos, un acercamiento introductorio al desmadre auditivo que es la música de Humus Fuga. La recomendación para los lectores es, como siempre, escuchar con sus propios oídos.

Si hablamos de influencias, los primeros referentes que vienen a la mente al escuchar Laniakea son The Mars Volta (Omar R-L específicamente) y Rush en su etapa más experimental (me es inevitable recordar "La Villa Strangiato" al escuchar la cuasi-suite "La Rapsodia de Maxwell"), de hecho la motivación fundamental que parece estar presente en todas las piezas del disco es justamente lo que Rush llamaba "un ejercicio en la auto indulgencia".

Entrando en materia, el grupo abre con "Manipulador de fuego", una pieza de vibras siniestras conducida por arpegios de guitarra que sirve de preámbulo para la pieza más larga del disco "La Rapsodia de Maxwell", una pieza interesantísima de tiempos complejos, giros y sobresaltos que desde los primeros segundos hace añicos el estado de trance alcanzado en "Manipulador" y que hay que escuchar repetidas veces para apreciarse por completo. 

El gran mérito de la banda es que saben utilizar los recursos de tensión y relajación en los momentos indicados, lo que mantiene cada minuto de música ameno e interesante. Melodías, riffs y temas memorables abundan en cada pieza, eso sin mencionar el brillante desempeño de los tres músicos y la precisión matemática con la que juegan e interactúan entre sí.

"Fosfenos" mantiene la misma potencia que "Rapsodia", y con el vaivén de notas que ejecuta César Roulet a lo largo de esta pieza bien podría servirle a los aprendices como estudio de escalas para guitarra. "Neblina" baja un poco las revoluciones y se desarrolla en una atmósfera más oscura y pausada, pero nunca retraída. Piezas como ésta le dan un balance necesario al disco, dejando que la música respire en ciertos pasajes. "Dadastrucción" retoma la intensidad con un pesado riff descendiente remarcado por rápidos fills de batería que luego da lugar a un extendido duelo de solos de guitarra; otro punto alto en el disco. La astral progresión de acordes en "Petricor" junto con las melodías de guitarra deslizada hacen de esta pieza mi favorita del disco. La música logra pintar un paisaje etéreo y natural que resuena con el título de la canción y trae a la mente el murmullo de gotas de lluvia que refrescan la tierra a nuestros pies. El grupo cierra con "Funky Rocks", basada en un pegajoso riff de bajo y un tema arrollador en la guitarra que se transforma al final en un infeccioso jam y le da una dramática conclusión al disco.

Definitivamente un triunfo, no solo por la calidad de la interpretación sino por la singular lucidez compositiva presente en cada pieza de música, en los arreglos y detalles que conjuntamente elevan a este grupo a un nivel superior.