24 mar 2013

Red Voyageur - Oriental Journey

Red Voyageur 

Oriental Journey 
Lanzamiento independiente
2013

Disponible en: bandcamp.com 

( 7.3 ) 


El metal, en toda su miríada de subgéneros y variaciones (speed metal, death metal, black, heavy, thrash, glam, prog) es uno de los pocos géneros musicales hoy en día que no parece que pasarán de moda jamás. Lejos de crujir bajo su propio peso y retirarse finalmente de los escenarios a riesgo de quedar descolocado frente a las nuevas tendencias y sonar anticuado a los oídos de las nuevas generaciones, el metal continúa reinventándose y avanzando con fuerza. A estas alturas no sorprende que nuevas bandas encuentren todavía formas novedosas de convolucionar el estilo del rock pesado, no sólo para producir nuevas sensaciones y colores en la música, sino porque, para un género tan idiosincrático como el metal, el haberse podido abrir camino durante todo este tiempo como una de las mayores corrientes musicales de las últimas décadas se debe justamente a su diversificación. El cuarteto Red Voyageur, banda relativamente reciente en la escena (aunque incluye ex-miembros de Xb'alanke y None At Last), es un ejemplo de esto.

El primer lanzamiento de la banda es una grabación de su set para el concierto Mosh Metal realizado en diciembre del año pasado. Una grabación en vivo es ya de por sí una rareza; por suerte el sonido resulta ser mejor de los esperado y no deja nada que desear en cuanto a calidad (si hay algo que hace falta en la escena independiente son ingenieros de sonido). "Oriental Journey" incluye cuatro piezas originales de metal progresivo instrumental, mezclado a veces con sinfonismos y toques de electrónica que muestran la variedad de influencias de cada uno de los integrantes del grupo. Hay cierta cualidad de ambivalencia en la música de Red Voyageur; sus temas se basan principalmente en riffs veloces y pesados, pero se adentran también en pasajes más tranquilos, de cuidadosa orquestación y melodías penetrantes, a veces pasando de un estado a otro en un abrir y cerrar de ojos. El balance en la línea entre el orden y el caos es lo que le da una personalidad única a la música de Red Voyageur.

El hecho de que sea metal instrumental no esconde para nada la inclinación de la banda por la complejidad musical y la técnica. No obstante, en contraste con los excesos y la extrema brutalidad que desparraman a veces muchas bandas de metal, los muchachos de Red Voyageur se muestran más conscientes del poder de la melodía en la música. En "Islas" y "She wished me luck" destaca particularmente esta faceta del grupo.

La música instrumental florece en el círculo de las bandas independientes. Bien sabemos que muchas bandas instrumentales son frecuentemente subestimadas por el público mayor, rebajadas en el mejor de los casos a una mera entretención, y en el peor, a música de fondo. Ya se ha visto antes que muchos de estos artistas se topan con una barrera que les impide alcanzar un nivel más alto de notoriedad, al menos más allá de las fronteras del under. Quedará por verse si será también el caso de esta banda. Por un lado, una música tan directa como la de Red Voyageur difícilmente puede ser ignorada, pero por otro, tiene todos los elementos que pueden llegar a alienar a una audiencia aún no acostumbrada a propuestas que se apartan del formato musical popular. Si somos honestos, la incomprensión es una cosa; todo depende al final de qué tan lejos quiera una banda llegar y qué tan dispuestos estén para botar los prejuicios, tanto ajenos como personales, y trascender poco a poco hacia algo más grande. Aun así, la música de Red Voyageur tiene más que los medios para captar la atención y sacar una reacción de la multitud. No hay que olvidar que para un artista, lo único peor que la incomprensión es la indiferencia.

17 mar 2013

Bacteria Soundsystem Crew - El EP

Bacteria Soundsystem Crew

El EP 
Lanzamiento independiente
2012

Disponible en: bacteriasoundsystemcrew.com 

( 7.2 ) 


Plenno, Lovel 2, Kame, Fla-K.O. y Divari Pashuli. Cinco identidades más que reconocidas en la esfera del hip hop nacional, aunque no tan familiares aun a la audiencia de la escena en general. Conjuntamente bajo el nombre de Bacteria Soundsystem Crew, estos cinco raperos/productores, salidos directo del subterráneo urbano de la ciudad, han tomado los escenarios llevando consigo rima y ritmo con el distinguido sello reggae hip hop que es parte integral de su sonido. La experiencia del "aprender a vivir" en una atmósfera callejera, muchas veces hostil e indiferente como la de nuestro país, es lo que alimenta el impulso de lucha en la música de la Bacteria, una banda cuyo arte nace del enfrentamiento directo entre libertad y opresión, la verdad contra la injusticia. La necesidad de generar ideas y promover su expresión es el motor principal de la Bacteria para desencubrir los estigmas de una sociedad artificial, de principios a medias, débil de espíritu y de espaldas al progreso, mas no vacía de esperanza.

Con dos producciones anteriores bajo el brazo, "El Mixtape" (2009) y "Somos Bacterias" (2011), ambas de larga duración, el grupo regresa con un lanzamiento a menor escala titulado simplemente "El EP", una colección de siete canciones, nuevas y revisitadas, pero siempre con las líricas de los cinco raperos como el hilo conductor de la música. El hip hop de protesta de la Bacteria es característico de su estilo; ya en sus discos anteriores, canciones como "Lo que veo" y "Baja el cañón" ponen de relieve la situación en que vivimos y encaran esta realidad con la denuncia social y política de los problemas que nos aquejan a todos: corrupción, violencia, pobreza y sobre todo, la indiferencia que mostramos ante ellos. En "El EP", la crítica de la BSC puede escucharse en temas como "Todo está al revés" y "Matan por la plata", pero paralelo a ello se muestra también el lado más optimista y reflexivo de la banda con "Pasarla bien", "Estar vivo" y "Lo último que muere". Esta última junto con "Todo está al revés" contienen los mejores momentos líricos e instrumentales del EP y deben ser escuchadas por todos.

Un género como el hip hop, tan impulsado por el ego y el protagonismo, puede a veces perderse en el ímpetu frente a la detracción, cayendo en discursos de autoglorificación y arrogancia. Los miembros de la Bacteria ciertamente no se han salvado de seguir esa tendencia en el pasado, cosa que afortunadamente no es tan marcada en la música de "El EP". En realidad, la propuesta de Bacteria Soundsystem Crew no apunta a antagonizar ideologías ni puntos de vista divergentes. Detrás de toda la parafernalia y la ruda apariencia de sus personajes, la música de este grupo existe por el deseo de conectar con la audiencia en un nivel más humano, y más allá, de reencontrar el sentimiento de pertenencia y de hermandad entre nosotros. En un mundo donde "no se vive, se subsiste", lo que único que tenemos es el uno al otro.

8 mar 2013

Creo en Mí - Trofeos y Logros

Creo en Mí 

Trofeos y Logros 
Bajo Presión Records
2012

Disponible en: bandcamp.com

( 6.9 ) 


"Trofeos y Logros" fue la carta de despedida con la que Creo En Mí puso punto y final a su carrera, luego de cuatro años de actividad en la escena punk, tiempo durante el cual publicaron sus primeros tres discos: "Ensayo", el EP "Nunca Más" y "Ensayo II", todos en el sello BPR. "Trofeos", el cuarto y último, reúne música que abarca todas las etapas de la banda, desde las canciones más tempranas ("Ciudad de Caballeros") hasta los últimos temas que escribieron ("Sudas Odio" y "Lento") antes de partir caminos y desaparecer, quizás para siempre, de los escenarios. Para los seguidores de la banda, el fin de Creo en Mí llegó abruptamente, pero para bien o para mal, sus integrantes siguen adelante. El grupo forjó su música, avanzó en su sonido e impuso su estilo por cuatro años; tristemente sucumbió ante las presiones del mundo, justo en el punto en que las ideas, la interacción, la creatividad y la experiencia se encontraban al máximo. Creo en Mí resultó ser al final un caso más de una banda que dejó de existir en su mejor momento. 

Los 19+ minutos de "Trofeos y Logros" se reparten en seis canciones de puro hardcore melódico, bastante amplio en su lenguaje y más abierto en los temas que abordan sus letras, alejadas de afirmaciones mundanas y reproches inútiles, sumidas más bien en un estado de reflexión y autoexamen, el mismo que uno experimenta al cerrar una etapa importante de su vida, dejando atrás las vivencias, grandes o pequeñas, los sueños y los anhelos de ese entonces. En ese momento queda solamente recapitular las experiencias que marcaron el tiempo y reconocer las lecciones que dejan para el futuro. A pesar de eso, no hay forma de esconder de la mente las dudas que invaden el subconsciente. Viéndose al espejo, la banda se atreve a hacer la pregunta más grande: "¿Caeré o trascenderé?". Creo en Mí afronta así la incertidumbre de su destino. 

A primera vista, "Trofeos" parecerá ser el tipo de disco que interesaría únicamente a los seguidores del punk, pero más allá de lo que la banda pueda o no abarcar con su estilo de música, los sentimientos que plasman en sus canciones son de cierta manera universales. La fuerza del punk se manifiesta justamente en el hecho de poder compartir experiencias y de identificarse con un ideal común, por más heterodoxo que este pueda ser. En el caso de Creo en Mí, su llamado a la no conformidad y crítica hacia el establecimiento fue evidente desde su mismo nombre. Sin embargo, "Trofeos" deja a un lado esa eterna batalla con el exterior (quizá en resignación ante la imposibilidad de ganarla) y se centra en los dilemas individuales e interpersonales que abruman la mente y el corazón. Un clima de rendición puede al menos sentirse en la silenciosa desesperación de "Cenizas", mientras que "Sudas Odio" saca sin tapujos la verdad en la cara de los enemigos, no con malicia sino con honestidad, producto de una recién descubierta madurez. En "Lento", la conclusión a "Trofeos y Logros", se vislumbra finalmente la sensibilidad de Creo en Mí por aquello que nos recuerda la verdadera razón para vivir. 

Como todo en esta vida, el tiempo dirá si la música de "Trofeos y Logros" merecerá trascendencia, ya sea por su propio mérito o por haberse convertido en fuente de inspiración para las nuevas generaciones de músicos y bandas de Guatemala, pero ciertamente podemos todos hoy aprender algo de la odisea de Creo en Mí y de muchos otros grupos cuyo deceso fue demasiado prematuro: no demos a nuestras bandas por sentado.